jueves, 30 de julio de 2015

El cuerpo del delito




Habiéndose alejado convenientemente de su domicilio, llevaba un par de bolsas de basura con lo que quedaba de su compañero y no estaba dispuesto a que nadie pudiera relacionarle jamás con aquel suceso. Cuando vislumbró el contenedor, miró a lado y lado de la calle para cerciorarse de que no hubiera ningún testigo. La noche era fría y solitaria, no había allí ni un alma. Atravesó con decisión la calle y, sigilosamente, abrió el contenedor para, acto seguido, arrojar las bolsas con el cuerpo. Apenas se escuchó ningún ruido pues las bolsas del fondo amortiguaron la caída y el sujeto se alejó del lugar con paso ligero y, quizá, con un atisbo de remordimiento. En el interior del contenedor, entre las bolsas de basura, yacía inerte Teddy, su entrañable osito de peluche. 

Publicado en www.lasiringadepan.blogspot.com el 30 de julio de 2015.
Texto de Joan Fontanillas Sánchez

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