La escopeta que me ofreció aquel feriante greñudo no me gustó en
absoluto. La mirilla estaba desviada y tardé varios perdigones en localizar a
dónde iban a parar mis disparos. El feriante me sonreía tácitamente mientras le
entregaba otra media docena de balines a un niño que, a mi lado, estaba
malgastando el dinero de su padre. Y todo por un triste peluche. Cuando por fin
comencé a dar en el blanco, el tipo de las greñas trató de desconcentrarme
interponiéndose entre mi diana y yo. Esperé a que pasara de largo y,
conteniendo la respiración, le disparé en el trasero.
Publicado en www.lasiringadepan.blogspot.com el 13 de septiembre de 2012.
Texto de Joan Fontanillas Sánchez.
Texto de Joan Fontanillas Sánchez.
Hermoso.
ResponderEliminarCertero.
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